Las pruebas de sangre pueden incluir una prueba diferencial de sangre que tiene el propósito de medir el porcentaje de cada tipo de glóbulo blanco, incluyendo los neutrófilos. Esta prueba también puede revelar si hay células inmaduras o anormales.
Los leucocitos o glóbulos blancos incluyen cinco tipos de células:
La prueba se realiza generalmente utilizando una máquina especialmente diseñada que ayuda al proveedor de atención médica a contar el número de cada tipo de célula. La prueba puede mostrar si hay más o menos de un tipo particular de célula, o si el número de células está en la proporción adecuada.
La prueba diferencial de glóbulos blancos incluye la medición del número de células de neutrófilos. Cada tipo de célula tiene un papel específico en ayudarle a mantenerse saludable y proteger el cuerpo. Un número mayor que el normal de monocitos o linfocitos se encuentra en personas que sufren de algún tipo de cáncer. Algunos tratamientos para los cánceres, en particular la quimioterapia, pueden conducir a una disminución de los glóbulos blancos de su cuerpo. Los canarios que afectan la médula ósea y la sangre, como linfoma, leucemia o mieloma múltiple, también pueden causar una disminución de los glóbulos blancos. Los tratamientos contra el cáncer y algún tipo de cáncer también pueden causar una desviación del rango normal de los neutrófilos. Un nivel bajo anormal de las células de neutrófilos se llama neutropenia. El número de células de neutrófilos en la sangre se mide por el recuento absoluto de número de neutrófilos. El rango normal de neutrófilos se considera entre 2500 y 6000.
Un número de neutrófilos más bajo que el rango normal de neutrófilos también aumenta las posibilidades de infecciones bacterianas. Neutophils están teniendo un papel en la prevención de infecciones y por esta razón deben permanecer en el rango normal de neutrófilos. En el caso de un recuento inferior, sus médicos pueden optar por darle medicamentos para el crecimiento de glóbulos blancos y disminuir la dosis de su quimioterapia. Los niveles de neutrófilos pueden ser menores debido a la terapia mielosupresora basada en mesilato de imatinib. El porcentaje normal de neutrófilos está usualmente en el intervalo de 45% a 70%. La neutropenia se ha vuelto más fácil de controlar debido a los fármacos de nueva generación como Lenograstim, Pegfilgrastim y Filgrastim.
El recuento absoluto de neurofílicos suele ser más relevante que el porcentaje de neutrófilos, pero en el caso de que los recuentos sanguíneos se suprimen por quimioterapia, los recuentos globales son bajos y el porcentaje de neurofilos será mayor. En individuos normales normalmente el número de neutrófilos es mayor que el número de linfocitos en los glóbulos blancos, con un recuento habitual de tres neutrófilos para cada linfocito. En los pacientes con LLC esta relación se cambia y los linfocitos aumentan en número en el recuento de glóbulos blancos debido a la proliferación de células B de CLL.
Entre la interpretación de un número anormalmente mayor de glóbulos blancos se encuentran enfermedades de la sangre como leucemia, una respuesta inmune o inflamación. El aumento de los porcentajes de neutrófilos puede ser un signo de estrés agudo, infección aguda, gota, eclampsia, trauma, leucemia mielocítica, tiroiditis, fiebre reumática o artritis reumatoide, mientras que un porcentaje disminuido puede ser un signo de quimioterapia, radioterapia anemia aplásica, infección viral , Influenza o infección bacteriana.